La mosca más grande del mundo enfrenta nueva competencia: dos especies que estaban empolvándose en viejos gabinetes de museos.
Por James Owen
Foto: Andre Alves |
Con envergaduras del ancho de una mano y cuerpos del largo de un dedo, los insectos recién descritos son tan asombrosos como Gauromydas heros, el pariente que tiene el récord mundial.
Unos científicos identificaron a G. mateus y G. papaveroi entre 14 especímenes olvidados en colecciones de Brasil, Francia y Costa Rica que datan de la década de 1930.
Según la líder el estudio, Julia Calhau, del Museo de Zoología de la Universidad de São Paulo, Brasil, dichos especímenes son los únicos ejemplares conocidos de las dos especies nuevas.
Con cuerpos de hasta 4.3 centímetros y envergaduras de hasta 9 centímetros, ninguna de las especies de la pequeña muestra compite contra los ejemplos más grandes de G. heros.
No obstante, Calhau considera que la competencia no ha terminado, pues podrían encontrar más moscas en museos o en sus hábitats naturales de Centro y Sudamérica.
“La variedad de tamaños de G. heros es muy amplia –de 32 a 70 milímetros- y la longitud de las dos especies nuevas también podría variar drásticamente”, comenta Calhau, cuyo estudio fue publicado el 26 de noviembre en la revista Zootaxa.
Gigantes esquivos
Aunque las etiquetas de los especímenes museográficos informaban que fueron capturados en localidades de Argentina, Brasil y Costa Rica, será muy difícil rastrear a sus descendientes vivos.
Calhau señala que nada se sabe de la vida de G. mateus y G. papaveroi, y enfatiza que hasta las moscas Gauromydas que se conocen son increíblemente esquivas.
Torsten Dikow, entomólogo investigador del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, en Washington, D.C., es experto en moscas avispa (Mydidae), familia a la que pertenecen estos colosos.
A pesar de ello, nunca ha puesto los ojos en una mosca Gauromydas viva. “Sabemos muy poco de su biología, porque rara vez pueden observarse”, dice Dikow, quien no fue parte del equipo de estudio.
Una explicación es que “las moscas son, simplemente, raras” y las adultas “están activas durante un periodo corto del año”, agrega.
Además, los adultos alados imitan el aspecto y la conducta de vuelo, elevado y rápido, de unas avispas grandes del género Pepsis, conocidas como avispas caza tarántulas.
De esa manera, las moscas ahuyentan a sus depredadores; y de paso, también ahuyentan a los entomólogos.
Si bien las moscas Gauromydas son inofensivas, “seguro no querrás que te pique una de esas avispas”, dice Dikow.
Pistas en hormigueros
Mucho de lo que sabemos de las moscas gigantes lo debemos a un investigador que se las ingenió para localizar sitios de reproducción de G. heros en el sureste de Brasil, en la década de 1940.
Los científicos observaron a los insectos apareándose cerca de nidos de hormigas cortadoras de hojas, donde depositaban sus huevos. Las gordas larvas se alimentaban con larvas de escarabajo que buscan comida en cámaras de desechos de hormigas.
En cuanto a los adultos, “creo que son comedores de néctar, pues han desarrollado estructuras bucales y se les ha visto visitando flores”, señaló Calhau.
Lo mismo podría decirse de las especies recién descubiertas, añade, pues las etiquetas de identificación revelan que algunas de las moscas monstruo fueron capturadas usando néctar de agave como cebo.
El tiempo dirá si G. mateus y G. papaveroi se quedarán con el título de la mosca más grande, aunque es poco probable que compitan por el título de peso pesado del reino de las moscas.
Las moscas de la familia Pantophthalmidae, a veces llamadas moscas barrenadoras de la madera, “son más cortas, pero podrían ser más pesadas porque son más robustas”, dice Dikow.
Con todo, también es muy difícil encontrarlas. Así que no te preocupes, no vas a necesitar un matamoscas más grande.
(ngenespanol.com)
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