Será la primera vez que la humanidad pueda observar de forma cercana esta icónica tormenta más grande que la Tierra y que comenzó hace 350 años
Por Judith de Jorge Gama
FOTO: NASA |
La sonda Juno de la NASA, que hace un año entraba por primera vez en la órbita de Júpiter, el planeta gigante de nuestro Sistema Solar, está a punto de lograr uno de sus hitos más esperados. El 10 de julio, la nave volará directamente por encima de la Gran Mancha Roja de Júpiter, la icónica tormenta de 16.000 km de diámetro, mayor que la Tierra, que posiblemente exista desde hace más de 350 años. Esta será la primera vez que la humanidad vea de cerca esta espectacular formación atmosférica, monitorizada desde 1830.
«La misteriosa Gran Mancha Roja es probablemente la característica más conocida de Júpiter», afirma Scott Bolton, investigador principal de Juno en el Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio (EE.UU.). «Esta tormenta monumental se ha prolongado en el planeta más grande del Sistema Solar durante siglos. Ahora, Juno y sus instrumentos científicos capaces de penetrar en las nubes se sumergirán para ver la profundidad de las raíces de esta tormenta y ayudarnos a entender cómo funciona y qué la hace tan especial».
IMAGEN: NASA |
La recogida de datos de la Gran Mancha Roja es parte del sexto sobrevuelo científico de Juno sobre las misteriosas nubes de Júpiter. El perijovio (el punto en el que una órbita se acerca más al centro de Júpiter) será el lunes 10 de julio a las 15.55 hora peninsular española. En ese momento, Juno se situará a 3.500 kilómetros por encima de las nubes superiores del planeta. Once minutos y 33 segundos más tarde, Juno habrá cubierto otros 39.771 kilómetros y estará directamente encima de las nubes carmesí de la Gran Mancha Roja. La nave espacial pasará cerca de 9.000 kilómetros por encima. Los ocho instrumentos de la nave, así como su reproductor de imágenes, JunoCam, estarán encendidos durante el sobrevuelo.
«El éxito de la recogida de datos científicos en Júpiter es un testimonio de la dedicación, la creatividad y las habilidades técnicas del equipo de NASA-Juno», dice Rick Nybakken, director del proyecto Juno en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California. «Cada nueva órbita nos acerca al corazón del cinturón de radiación de Júpiter, pero hasta ahora la nave espacial ha capeado la tormenta de electrones que rodea el planeta mejor de lo que podríamos haber imaginado», añade.
IMAGEN: NASA |
Juno fue lanzada el 5 de agosto de 2011 desde Cabo Cañaveral, Florida. Durante su misión de exploración, vuela sobre las nubes superiores del planeta, a una altitud tan cercana como 3.400 km. Durante estos sobrevuelos, Juno echa un vistazo por debajo de la capa de nubes y estudia sus auroras para aprender más acerca de los orígenes, la estructura, la atmósfera y la magnetosfera del planeta.
Los primeros resultados científicos de la misión Juno de la NASA retratan el planeta como un mundo turbulento, con una estructura interior compleja e intrigante, con energéticas auroras polares y enormes ciclones polares. © ABC.es
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