Crocodylus Thorbjarnarsoni: el cocodrilo más grande que ha existido




Por Florián López Ferreyra | Para Hora 25 Ciencia & Tecnología

El 03 de mayo de 2012, la revista Journal of Vertebrate Paleontology  publicó el artículo de los paleontólogos Christopher A. Brochu & Glenn W. Storrs intitulado «A giant crocodile from the Plio-Pleistocene of Kenya, the phylogenetic relationships of Neogene African crocodylines, and the antiquity of Crocodylus in Africa» (Volume 32, 2012 - Issue 3; pp. 587-602).

El artículo de Brochu y Storrs hacían referencia al Crocodylus thorbjarnarsoni, una especie extinta de cocodrilo del Plioceno y el Pleistoceno de la Cuenca de Turkana en Kenia. Este enorme sauropsida estaba cercanamente emparentado con la especie Crocodylus anthropophagus, que vivió por la misma época en Tanzania y al que también descubrió Brochu dos años antes. 

Los fósiles de ese ejemplar se encontraron en un yacimiento en Kenia, no lejos de donde habitan ahora los temibles cocodrilos del Nilo. Fueron hallados hace tiempo, pero fue hace tres años, durante una visita al Museo Nacional de este país africano, cuando el investigador los «reencontró», descubriendo que era una nueva especie, que no está emparentada con los actuales y es mucho más grande.



El Crocodylus thorbjarnarsoni es el cocodrilo propiamente dicho de mayor tamaño que se conoce, y puede haber sido un depredador de los primeros homínidos. Brochu recuerda que estos restos no están lejos de enclaves donde se han encontrado fósiles de homínidos, antepasados de los humanos, por lo que cree que probablemente estos últimos formaban parte de su alimentación. «No hemos encontrado evidencias de esos encuentros, no hay huesos de 'Homo' con mordiscos de estos cocodrilos, pero estos saurios comen todo lo que pueden tragar, y los ancestros humanos de aquel momento no medían ni metro y medio», recuerda Brochu.

Brochu recuerda que no tuvo dudas en cuanto al nombre que le daría a la nueva especie. Al cocodrilo le dio el nombre de Crocodylus thorbjarnarsoni en honor de John Thorbjarnarson, famoso experto en cocodrilos y colega de Brochu que murió de malaria hace varios años. John Thorbjarnarson, fue un conservacionista que trabajó para proteger a los cocodrilos en peligro. «Fue un gigante en el campo, por lo que sólo tenía sentido dar nombre en su honor a un gigante», dice Brochu.





Se trata de un cocodrilo de una especie extinta que era desconocida hasta ahora, y que existió entre 2 y 4 millones de años en Kenia, África Oriental. De gran envergadura, pudo superar los 8,2 metros (27 pies) de longitud. Para poder comparar, tengamos en cuenta que el ejemplar más grande registrado de Cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) medía menos de 6,4 metros (21 pies), y la mayoría de los cocodrilos son mucho más pequeños.

El hallazgo de este reptil colosal lo ha hecho el profesor Christopher Brochu de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos. El cocodrilo descubierto se parecía a su primo evolutivo aún vivo, el Cocodrilo del Nilo, pero era más grande.

Brochu reconoció a la nueva especie a partir de fósiles que examinó hace tres años en el Museo Nacional de Kenia en Nairobi. Algunos fueron hallados en sitios conocidos por los importantes descubrimientos de fósiles humanos allí acontecidos. Este cocodrilo coexistió con nuestros ancestros, y seguramente fue un depredador en cuyo menú figuraban seres humanos.

Es muy probable que los humanos de aquella época y lugar hubieran tenido encuentros con cocodrilos de esa clase. Eso se debe a que el hombre primitivo, junto con otros animales, muy probablemente tenía que buscar agua en ríos y lagos en los cuales los cocodrilos estaban al acecho.




El paleontólogo americano asegura que en la colección de fósiles que se conservan en Nairobi puede deparar todavía muchas sorpresas más. La cabeza de cocodrilo que a él le llamó la atención era gigantesca. Necesitó cuatro hombres para levantarla. Y, sin embargo, nadie se había dado cuenta de que se trataba de una especie desconocida hasta ahora. «Se necesita un ojo agudo para darse cuenta de que es algo nuevo», señaló.

El Crocodylus thorbjarnarsoni no es el primer descubrimiento que hizo Brochu en África del Este. En el 2010, también encontró otro cocodrilo devorador de humanos, en este caso un ejemplar con cuernos, al que bautizó como «Crocodylus anthropophagus». Había vivido en Tanzania.

Brochu no cree que su nuevo que Crocodylus thorbjarnarsoni sea un pariente cercano de los actuales cocodrilos africanos, a los que considera una especie bastante joven, en lugar de ser el fósil viviente que algunos defienden. «Realmente no conocemos su origen, pero sabemos que aparecieron después de que estos gigantes desaparecieran; lo que estos fósiles dicen es que los cocodrilos actuales son mucho más recientes de lo que se pensaba», concluye.

Según el investigador «los detalles anatómicos demuestran que la nueva especie no estaba estrechamente vinculada a ningún cocodrilo africano, por lo que serán más recientes». © APIS Digital


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